Todos hemos pasado por situaciones adversas en donde enfrentamos desafíos y nos estresamos. Eso es algo normal en la vida. Sin embargo, hay quienes destacan por salir adelante con fortaleza y obteniendo lo mejor de ellas.
¿Qué es aquello que marca la diferencia entre aquellos que enfrentan las adversidades y salen avante y aquellos que son duramente afectados? La respuesta es que cuentan con Resiliencia mental.
Acompáñame a descubrir qué es la Resiliencia mental, por qué es crucial en la vida y las estrategias para poder desarrollar esta habilidad en tu vida diaria.
¿QUÉ ES LA RESILIENCIA MENTAL?
La resiliencia mental es la capacidad que tienen las personas para adaptarse, recuperarse y prosperar al enfrentar adversidad, desafíos y estrés. Estas personas combinan habilidades tanto emocionales como cognitivas para enfrentar las dificultades efectivamente y continuar avanzando hacia sus objetivos a pesar de los obstáculos; no sólo superan las dificultades, sino que al mismo tiempo crecen y fortalecen sus capacidades a través de estas experiencias.
Veamos la diferencia de cómo afecta a una persona el nivel de resiliencia mental al responder ante una adversidad:
Alto nivel de resiliencia mental: siente emociones negativas, sin embargo, su alta capacidad de auto reflexión y auto dominio lo capacitan para manejarlas de manera efectiva. Piensa con claridad en sus opciones, analiza la situación y la ve como una oportunidad para aprender de sus errores, idea soluciones con actitud positiva y proactiva. No permite que la situación lo sobrepase ni que afecte las demás áreas de su vida, teniendo energía para mantener un equilibrio sano.
Bajo nivel de resiliencia mental: siente igualmente emociones negativas, más el manejo de tales emociones se sale de su control, no es capaz de auto gestionarse de manera efectiva, tiende a ser reactivo y a desencadenar pensamientos de preocupación destructiva. La situación lo sobrepasa, se siente incapaz de salir adelante. Se siente abrumado, afectando las demás áreas de su vida de manera negativa, tales como sus relaciones interpersonales, salud y vida social.
BENEFICIOS
Con esto podemos ver que el contar con una resiliencia mental bien desarrollada nos trae los siguientes beneficios:
· Manejo del estrés y la ansiedad
· Mejora del bienestar emocional
· Capacidad de afrontar cambios y adaptarse
· Fomento de una mentalidad de crecimiento
· Mejora de las relaciones interpersonales
· Incremento de la confianza en uno mismo y en la propia capacidad
· Promoción del bienestar físico
ESTRATEGIAS
¿Cómo es que podemos desarrollar resiliencia mental? Te comparto tres estrategias en donde preparamos tanto a la mente como al cerebro para lograrlo:
1.- Trabaja en tener una mentalidad de crecimiento: Cree que tus habilidades y capacidades pueden desarrollarse con esfuerzo, aprendizaje y perseverancia. Ve los desafíos como oportunidades para aprender y mejorar, no te rindas, busca soluciones y reduce el miedo al fracaso al aceptar que los errores son parte del proceso hacia el éxito.
2.- Practica la auto regulación emocional: Conócete a ti mismo, auto obsérvate. Determina tus patrones de pensamiento, emocionales y de comportamiento para que identifiques qué te detona a sentirte de cierta manera y establece una estrategia para controlar tus reacciones negativas y transformarlas en respuestas positivas.
3.- Fortalécete mental, física y socialmente:
Practica la meditación y mindfulness: esto ayuda a conocerte más a ti mismo, calmarte, auto evaluarte y a definir nuevas maneras de pensar, sentir y actuar más positivas.
Duerme lo suficiente, ejercítate y aliméntate bien: esto ayuda a tu cuerpo y cerebro a tener más energía, claridad y bienestar.
Fortalece tu vida social: ten relaciones positivas y cuenta con una red de apoyo sólida que te inspire hacia tu crecimiento.
LLÉVALO A LA ACCIÓN
Para poner en práctica estas estrategias, te recomiendo incluir diariamente acciones concretas en donde las integres de manera fácil e intencional en tu vida, incluyendo, por ejemplo:
Plan de crecimiento personal: libros, cursos, encuentros con una red de apoyo que te inspiren e impulsen en tu desarrollo.
Agenda de metas y planificación: metas inspiradoras alcanzables con un plan de acción y medición de tus avances.
Tiempo de meditación: al despertar y/o dormir, donde incluyas la auto observación y visualización que reconecten tu mente hacia una dirección positiva.
Actividad física diaria: tal como caminatas en la naturaleza o algún tipo de ejercicio.
Fuente de energía: Rutina para antes de dormir que asegure un descanso apropiado y alimentación saludable.
Evaluación continua: Diario de tus experiencias ante retos y desafíos, tu reacción y aprendizaje y tu plan de acción para mejorar.
Desarrollar la resiliencia mental es crucial para enfrentar los desafíos y el estrés de la vida diaria. Las personas resilientes no solo superan las adversidades, sino que también crecen a través de ellas. En mi práctica de coaching en neurociencia, trabajo con individuos y equipos ayudándolos a cultivar esta habilidad mediante estrategias prácticas que fortalezcan su bienestar integral transformando dificultades en oportunidades y manteniendo una actitud positiva y proactiva ante cualquier obstáculo.
Si estás interesado en explorar cómo la neurociencia puede transformar tu vida personal o profesional, te invito a conocer más sobre mi programa en https://www.adrianabarbara.com/programa-neurocienca-en-liderazgo. Juntos, podemos descubrir cómo aprovechar al máximo el poder de tu mente para alcanzar tus metas.
No te pierdas mi próximo artículo, donde seguiremos explorando sobre la mente y cómo usarla de manera efectiva para tener mejores resultados.
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