A continuación, te invito a desafiar tus creencias limitantes, liberar tu potencial interior y descubrir el camino hacia el éxito sin límites. Únete a esta travesía hacia la liberación y crecimiento personal. Comencemos…
Imagina que estás viviendo en una casa totalmente obscura, llevas años ahí, así que sabes perfectamente dónde está ubicado todo y puedes manejarte con libertad a pesar de no ver. De repente, alguien enciende la luz y te das cuenta de que en tu casa hay muebles fuera de lugar y el acomodo lo hace bastante poco funcional. Descubres que la televisión se encuentra justo en medio de la cocina, y para llegar a la estufa debes sacarle la vuelta. O que en tu recámara está el asador, lo cual hace muy incómodo el dormir cuando lo usas y todo se llena de humo.
Antes, tenías cierta incomodidad, sabías que algo no estaba bien, pero te habías habituado a vivir así, creando atajos para funcionar mejor. Mas ahora tus ojos lo ven. Es evidente que no está bien y que es necesario hacer un cambio para que todo fluya y funcione mejor.
Así es como funciona nuestra mente. La mente no consciente está llena de paradigmas mentales, los cuales son creencias que han sido sembradas a lo largo de nuestra vida a través de personas (padres, abuelos, maestros, etc), experiencias y medio ambiente.
Asumimos estos paradigmas como verdaderos y en conjunto forman un condicionamiento mental que se vuelve el regidor de nuestra vida. Determina nuestras emociones, perspectiva de vida y comportamientos, dirigiendo también nuestra toma de decisiones y formando nuestra identidad.
La mente no consciente, que es quien alberga este condicionamiento, es la que realmente nos dirige, enviando señales instintivas a la mente consciente que van de acuerdo con el condicionamiento y nos hace pensar, sentir y actuar de cierta manera provocando los resultados que tenemos en la vida.
Ahora bien, hay paradigmas buenos, más hay otros tóxicos que realmente nos limitan, estos paradigmas son lo que equivale al televisor en medio de la cocina o al asador en la recámara en la analogía que presenté. Éstos son precisamente los que debemos cambiar si queremos tener mejores resultados.
La pregunta es, ¿cómo cambiarlos?
1.-Primero que nada, debemos “encender la luz”, esto es, hacer consciencia de su existencia.
2.- Segundo, debemos entender de dónde vienen, ir al pasado y comprender dónde es que nacieron y se asentaron en nuestra vida.
3.- Tercero, una vez entendido su origen, es necesario reconceptualizarlos, es decir, verlos desde otro punto de vista para quitarles poder.
4.- Cuarto, crear un nuevo paradigma sano que contrarreste al paradigma tóxico.
5.- Quinto, establecer estrategias efectivas (por ejemplo, de neuroplasticidad dirigida) para sembrar el paradigma sano en la mente no consciente y estabilizarlo para que cree un nuevo condicionamiento.
Para explicarlo mejor, aquí un ejemplo real:
Juan pensaba que la gente inteligente no es buena para socializar, por lo tanto, el, al ser muy inteligente, batallaba para socializar. Esto lo estaba limitando en sus relaciones, más el paradigma dirigía y aún saboteaba todo intento de socializar porque si lo hacía “dejaría de ser inteligente”.
En un proceso de Coaching en neurociencia él pudo detectar este paradigma tóxico y cómo lo estaba limitando. Descubrió que el origen fue su propia madre, cuando le decía “Tu hermana es la sociable, tú eres el inteligente”. Adoptó esa creencia como su verdad y se sembró en su mente no consciente dirigiendo todo su ser a través de los años.
Una vez entendido esto, decidió que esa no sería su verdad, reconceptualizó su pasado y creencia y definió su nuevo paradigma: “Yo soy tan inteligente que puedo perfectamente aprender a conectar con otras personas y mantener relaciones profundas”. Integró este pensamiento y lo estabilizó con estrategias de neuroplasticidad dirigida (como la visualización, afirmaciones y el ser intencional en su pensar, sentir y actuar en tiempo presente) hasta que esto se hizo habitual.
Como resultado final, pudo interiorizar este nuevo paradigma y hacerlo un hábito, generando diferentes resultados: su capacidad para relacionarse y conectar con otros de manera profunda y efectiva, cambiando así los resultados en su vida.
Así que, la clave para liberarnos de estas cadenas mentales reside en la toma de conciencia y la voluntad de desafiar y cambiar nuestros paradigmas. La autoexploración consciente nos permite identificar los patrones de pensamiento que nos limitan y cuestionar su validez en el presente. Al hacerlo, abrimos la puerta a nuevas perspectivas y posibilidades. Una vez hecho esto, la aplicación disciplinada de técnicas de neurociencia que reconectan nuestras redes neuronales transformando la mente de raíz, hacen que la transformación sea efectiva y sostenible, teniendo resultados duraderos.
Como Mind Coach, llevo de la mano a mis clientes en este proceso para generar este cambio y transformar su mente de raíz, logrando generar resultados determinantes y duraderos. A nivel empresarial, esto lo aplico a equipos de liderazgo, transformando organizaciones completas llevándolas a lograr resultados extraordinarios.
(Para más información sobre mi programa neurociencia en liderazgo, visita mi página: https://www.adrianabarbara.com/programa-neurocienca-en-liderazgo
No te pierdas mi próximo artículo en donde platicaré cómo es que los paradigmas afectan el liderazgo y a las organizaciones en general.
